Archive for May 2006
Me estresa el blog: ‘Beers & Blogs’
Me estresa el blog. Y no soy capaz de seguir su ritmo. En cuanto mis días se salen de su rutina, no soy capaz de postear. Me impresiona esa gente que se saca la palm y escribe mientras está esperando el vuelo en el aeropuerto, o que se levanta media hora antes el día que tiene que viajar y postea antes de coger el avión. Yo no puedo. El ritmo que impone el endiablado blog me supera. Se me pasan temas fundamentales que me gustaría comentar porque son realmente importantes, y
Ayer estuve en el Beers & Blog organizado en Barcelona. Estuve escuchando a Rebeca Blood, dijo cosas realmente interesantes, preciosas, fascinantes:
“lo que la interfaz pide al usuario es lo que tienes que darle a la interfaz”
o dicho de otra forma:
“la gente hace lo que la interfaz le sugiere”
Lo dijo cuando contó cómo evolucionaron los blogs desde la recopilación de enlaces al texto abierto. El cambio se produjo con la llegada de Blogger. Una historia que narra estupendamente en el capítulo que escribe en ‘We’ve got blog’ titulado: weblogs: a history and perspective.
Cuando la escuché no dejé de pensar en Bijker y todos los tipos de la Construcción Social de la Tecnología y en Bruno Latour, por otro lado, y la Teoría del Actor-Red. No hace falta estar en la academia para hacer análisis agudos de la realidad. La Rebecca me pareció una crack. Además, simpáticos tanto ella como su marido (que por cierto se conocieron a través de sus blogs).
Después acabamos tomando cervezas, tuve la oportunidad de encontrarme con el resto de gente de la anterior Beers & Blog (esta vez nos libramos de aquel restaurante anti-cool de la otra vez: ¡por favor, que estamos en Barcelona!). Y conocí a Javier Celaya, un tipo realmente encantador, a Neus Arqués, un huracán y que le encantan los gigolos y que ha escrito una novela autobiográfica sobre ellos, no me enteré muy bien del asunto, y a Jordi, a quien tenía ganas de conocer hace tiempo y que hemos dejado unas cervezas pendientes.
Neus me dijo que me vio en La Vanguardia con todas mis hijas. Comprenderéis que no esté muy contenta con ella, ¿no?
Beers and Blogs Barcelona: 29 de mayo
Rebecca Blood, una de esas bloggers aclamadas y reputadas del otro lado del Atlántico, estará hoy en Barcelona. Hay organizada una Beers & Blog en la tarde de hoy lunes, a las 19.30. Yo estaré por allí. Los datos (vía Un Blog Más) concretos:
- Fecha: Lunes 29 de mayo del 2006 entre las 19:30h y las 21:00h (posteriormente hay una cena).
- Lugar: Internet Global Congress – Palacio de Congresos de Fira de Barcelona (Avenida Maria Cristina). Concretamente en el Village del IGC.
La ‘Web 2.0’, una marca vacía con dueños
Vaya, vaya, no deja de ser irónico. Pero a fin de cuentas cae dentro de la lógica. Han vendido la ‘web 2.0’ como la nueva Internet, colaborativa, participativa, echa hecha por los ciudadanos… y resulta que el nombre de esa presunta nueva web 2.0 no puede ser usado libremente porque tiene dueños. Eso es, la gente de la editorial O’Reilly, los inventores de la marca ‘web 2.0’, han registrado esta palabra y han comenzado a amenazar con llevarlos a los tribunales a aquellos sitios que la usen. Una vergüenza.
Es tan inconcebible… por ejemplo, si Fernando decide montar en la Universidad de León un curso con el título ‘Web 2.0: herramientas y tecnologías en educación’, mi pregunta es ¿podría caerle un paquete por violar la marca de O’Reilly?. Es una locura, pero es la forma como funciona el sistema de propiedad intelectual en nuestra época. Las palabras pueden tener dueños.
En realidad, si rascamos sobre la idea de ‘Web 2.0’ podremos comenzar a ver que quizá no todo es tan bonito como parece. Una web de la participación… sí, pero uno puede participar siempre que cumpla con las condiciones precisas que establecen los usos. Que envíe sólo las fotos que Flikcr considera convenientes, o los videos que YouTube considera aceptables.
Cada vez tengo más la impresión de que esos presuntos ejemplos de ‘Web 2.0’ no son más que rediles tecnológicos para encauzar cómodamente lo que resulta aceptable y lo que no. Una web participativa pero tutelada. La ‘Web 2.0’ no es más que otra forma de comercialización de la Web, y quizás, como demuestra O’Reilly, que se sacó de la manga el término para montar una conferencia, no es más que una marca vacía.
El misterio detrás de la interfaz
Da que pensar a aquellos que se dedican a estudiar nuestra relación con los otros a través de Internet. Es como si nos centraramos siempre en un escenario de este tipo: un humano y una interfaz:
Y cuando hacemos eso, nos estamos olvidando de todo lo que hay detrás de esa interfaz:
No es fácil mantener y sostener la sensación de que todo funciona como la seda en Internet.
De Menéame a los colectivos sociotécnicos de Internet
No dejan de aparecer clones de Menéame.No sé si el mayor logro de Ricado Galli es haber creado un sistema como Menéame, o una criatura como su código (por cierto, ya le va haciendo falta un nombre a ese código: 'meneo'). Son dos cosas parecidas pero no son lo mismo. El éxito de digg, es lo mismo: su código y la misma idea que subyace tras el sistema.
Daniel Bell habla de estudiar Internet, y por extensión diversos artefactos de Internet, desde una triple perspectiva: como una (i) infraestructura material (cables, servidores, software…), (ii) simbólica (Internet son todos esos cables y servidores… y lo que suponemos que significan: Internet como un espacio de comunicación abierto, una tecnología democratizadora, etc.) y (iii) como un espacio de experiencia (Internet como un espacio social, para la interacción con los otros, para la creación, etc.).
En realidad cuando pensamos en Internet o en cualquier artefacto es difícil distinguir qué es simbólico, qué es estrictamente una infraestructura, qué es pura experiencia… ¿quién puede separar lo que es pensamiento de carne?
Ricardo (y todos los que han colaborado con él) es autor, por lo tanto de tres creaciones:
- El colectivo Menéame (ya sé que suena raro, pero prefiero colectivo a comunidad)
- El código Menéame
- El concepto Menéame, adaptación directa del concepto Digg.
Y ¿cuál de ellas es más difícil de lograr?
Cuando uno ve Menéame en pleno funcionamiento es como si… como si siempre hubiera estado ahí: el código, los usuarios, las noticias que llegan cada día. Lo mismo ocurre cuando uno echa un vistazo a Barrapunto o a Slashdot, la Wikipedia… pero lograr interesar a una legión de usuarios que andan por ahí desperdigados y que no tienen inicialmente ningún interés por conectarse contigo… vaya, no parece una tarea sencilla. ¿Cómo lo logran?, supongo que cada uno a su manera.
La dificultad de ‘interesar’ a los otros. Miro el nuevo mene-clón que Jordi, de Un Blog Más, acaba de montar centrado en noticias sobre Barcelona: BCNtop, y la tarea que le aguarda no es poca. ¿Cómo interesar a todos esos Barcelonófilos para que acudan al sitio? Mucha suerte Jordi.
Y una vez que esté en funcionamiento… no será sencillo mantenerlo. Jordi, no sé si desearte suerte o un rápido fracaso a juzgar por las confesiones de Ricardo el terrible:
Casi desde el primer día que salió el menéame estoy durmiendo muy mal. Me despierto a media noche soñando que mientras estaba dormido habían atacado el servidor, que habían hecho un deface, que se publicaron “noticias basura” abusando de los votos y que no había nadie que pudiese votar o avisar… y desde que hemos tenido los ya tres percances con el kernel y el Xen, que el servidor había vuelto a petar y que se volvió a perder todo el sistema y base de datos.
Así que si primero es necesario codificar (porque tampoco fue sencillo el desarrollo del código de Meneame), después hay que ‘interesar’ a los usuarios, más tarde hay que mantener la disciplina de ambos: del código y de los humanos, evitar las caídas del servidor y el spam de los usuarios malditos.
Vaya, no es un tarea sencilla esa de mezclar servidores, con menéames, con humanos desaprensivos y spameros, todo ello a través de Internet. Lograr que esos colectivos sociotécnicos se mezclen ordenadamente, que cada uno cumpla con su función, que el servidor envíen las págidas debidamente y el usuario las noticias, no parece sencillo. Ricardo, eres un genio.
Los que cortan el bacalao
Vaya, es sorprendente, los medios españoles no prestan atención a los avisos que se dieron sobre el escándalo de Afinsa en los medios extranjeros como el Finantial Times, pero sin embargo se lanzan a elaborar reportajes, como cuenta fernand0, sobre una tienda de ultramarinos en Huesca, La Confianza, cuando esta aparece en The New York Times. Yo que he escrito sé lo prisioneros que estamos en ocasiones de lo que llega desde el otro lado del Atlántico. Debería darnos que pensar, tanto a los periodistas como a los lectores.
Sin portavoces legítimos, en la batalla del copyright
¡Houston, tenemos un problema!: carecemos de portavoces. Ese es el gran problema al que nos enfrentamos los ciudadanos (internautas o no, en la guerra de la propiedad intelectual). Carecemos de portavoces que nos representen.
He trabajado como periodista (y aún lo hago cuando puedo) y el problema que me encontraba al tratar un tema relacionado con la propiedad intelectual (ya fuera el canon, los abusos de los sistemas anticopia y DRM, nuevas leyes, etc.) es que no había portavoces claros y legitimados para hablar de este tema. De parte de los autores y de la industria cultural está claro: SGAE, AIE, EGEDA… y cincuenta más. De parte de la industria las asociaciones y patronales: ASIMELEC, AETIC, etc.
Pero, ¿quién habla de parte de los ciudadanos?
La Asociación de Internautas, que hace lo que puede pero con mil frentes abiertos (los dominios .es, la promoción de la sociedad de la información, los abusos del ADSL, el phising…) no da más de sí, algunas asociaciones de consumidores como FACUA (destacada en este asunto, pero que defiende otros mil frentes), y algunos activistas destacados como David Bravo, Enrique Dans, Ani de La Mundial.net, muy especialmente Javier de la Cueva… pero todos ellos hablan por sí mismos, carecen de protavocía de multitudes. Y está claro que una multitud siempre es un buen argumento.
Desgraciadamente necesitamos portavoces de los ciudadanos en la pelea por la propiedad intelectual, por el procomún. Porque el canon de ahora, los dilemas por las redes P2P… se resolverán de una forma u otra, pero después vendrán nuevos sistemas radicales que volverán a desafiar las leyes y los modelos de la industria cultural (¿qué pasará cuando los reproductores digitales de música permitan intercambiar las canciones de un reproductor a otro, en la calle?: “te paso mis 20 GB”, por ejemplo, o cuando los sistemas P2P funcionen en los teléfonos móviles y las operadoras quieran hacernos pasar por el aro, o cuando estas mismas operadoras capen el wifi de los teléfonos para no perder su recaudación de la 3G).
Necesitamos, como ciudadanos y como sociedad, una organización fuerte que defienda nuestro derecho de acceso a la cultura.
Necesitamos una organización con los pies en el suelo, que pelee por el acceso a la cultura y muy consciente de que para jugar en este campo hay que hilar fino con la industria de producción cultural y con la industria tecnológica. Hay que arrimarse a los segundos en ocasiones, porque compartiremos intereses (eliminar el canon) y no plegarse a ellos en otras (no admitir los DRM), y negociar sobre todo con los primeros, desacreditando el argumento falaz que manejan: que ellos son los representantes y portavoces de la cultura. Este es quizás el principal punto a batir. Ahí van cinco puntos para considerar en este asunto.
- Los derechos de autor son buenos. Defienden al autor de los excesos que las empresas podrían cometer contra ellos. Yo escribo un artículo cualquier gran conglomerado lo publican sin mi consentimiento, sin remunerarme, modificándolo a su gusto… la única defensa contra esto son los derechos de autor.
- El problema con las leyes de derechos de autor es la articulación de la ley. La ampliación ilimitada en el tiempo y en los usos de la cultura que la ley está limitando enormemente.
- Crear una página web es cultura, hacer fotos y colgarlas en Flickr es contribuir a la cultura, escribir relatos y difundirlos a través de Internet es hacer cultura. En el nuevo ecosistema tecnológico todos somos autores.
- La cultura no es sólo lo que produce el sector del entretenimiento (editoriales, discográficas, productoras de cine, etc.). Cultura es cualquier creación, sea remunerada o no, llegue a 1.000 personas o a un millón.
- La SGAE y el resto de entidades de gestión no son los portavoces legítimos de la cultura. Sólo representan a algunos autores y artistas, y sólo defienden un determinado modelo de cultura: aquel que concibe la cultura como un sector económico, y las obras culturales como simple mercancía (gracias por el aviso, Julián).